Aleksandr Oparin



  Alexander Ivanovich Oparin, en ruso Алекса́ндр Ива́нович Опарин, (Uglich 24 de marzo 1894 - 12 de abril, 1980) fue un biólogo y bioquímico soviético que realizó avances con respecto al origen de la vida en la Tierra. Fue miembro de la Academia de Ciencias soviética.

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Biografía

Graduado en la Universidad de Moscú en 1917. En 1924, comienza a desarrollar una teoría acerca del origen de la vida, que consistía en un desarrollo constante de la evolución química de moléculas de carbono en la sopa primitiva. La teoría de Oparin fue retomada por Stanley Miller, que puso en práctica el experimento que lograba crear materia orgánica a partir de materia inorgánica.

En 1935, funda el Instituto Bioquímico RAS. En 1946, es admitido en la Academia rusa de las Ciencias. En 1970, es elegido Presidente de la Sociedad Internacional para el Estudio de los Orígenes de la Vida. Está enterrado en el Cementerio Novodevichy, en Moscú.

La Teoría de Oparin

 

La teoría de Oparin es una de las muchas teorías (por ejemplo, la Teoría Abiogenesis) que intentaban responder a la pregunta: Si un ser es generado de otro ser precedente, ¿cómo surgió el primer ser?, después de haber sido rechazada la teoría de la generación espontánea por Louis Pasteur en 1864.

Así pues, Oparin comenzó a revisar varias teorías de la panspermia, interesándose en cómo la vida inicialmente había dado comienzo, y apoyándose en sus conocimientos de astronomía, geología, biología y bioquímica.

En 1930, formuló una nueva hipótesis para explicar el origen de la vida. Eso culminó con su libro El origen de la vida.

Gracias a sus estudios de astronomía, Oparin sabía que en la atmósfera del Sol, de Júpiter y de otros cuerpos celestes, existen gases como el metano, el hidrógeno y el amoniaco. Estos gases son ingredientes que ofrecen carbono, hidrógeno y nitrógeno. Para completar faltaba el oxígeno, entonces pensó en el agua. En su opinión, esos fueron los materiales de base para la evolución de la vida.


Para explicar cómo podría haber agua en el ambiente ardiente de la Tierra primitiva, Oparin usó sus conocimientos de geología. Los 30 km de espesor medio de la corteza terrestre constituidos de roca magmática evidencian, sin duda, la intensa actividad volcánica que había en la Tierra. Se sabe que actualmente es expulsado cerca de un 10% de vapor de agua junto con el magma, y probablemente también ocurría de esta forma antiguamente.

La persistencia de la actividad volcánica durante millones de años habría provocado la saturación en humedad de la atmósfera. En ese caso el agua ya no se mantendría como vapor.

Oparin imaginó que la alta temperatura del planeta, la actuación de los rayos ultravioleta y las descargas eléctricas en la atmósfera (relámpagos) podrían haber provocado reacciones químicas entre los elementos anteriormente citados, esas reacciones darían origen a aminoácidos.

Empezaban entonces a caer las primeras lluvias sobre la Tierra, y éstas arrastraban las moléculas de aminoácidos que estaban sobre el suelo. Con la alta temperatura del ambiente, el agua volvía a evaporarse y regresaba a la atmósfera de donde nuevamente se precipitaba y nuevamente se evaporaba y así sucesivamente.

Oparin concluyó que los aminoácidos que eran depositados por las lluvias no regresaban a la atmósfera con el vapor de agua y entonces permanecían sobre las rocas calientes. Supuso también que las moléculas de aminoácidos, con el estímulo del calor, se podrían combinar mediante enlaces peptídicos. Así surgirían moléculas mayores de sustancias albuminoides. Serían entonces las primeras proteínas en existir.

La insistencia de las lluvias durante miles o millones de años acabó llevando a la creación de los primeros mares de la Tierra. Y hacia estos mares fueron arrastradas, con las lluvias, las proteínas y aminoácidos que permanecían sobre las rocas. Durante un tiempo incalculable, las proteínas se acumularían en océanos primordiales de aguas templadas del planeta. Las moléculas se combinaban y se rompían y nuevamente volvía a combinarse en una nueva disposición. Y de esa manera, las proteínas se multiplicaban cuantitativa y cualitativamente.

Disueltas en agua, las proteínas formaron coloides. La interacción de los coloides llevó a la aparición de los coacervados. Un coacervado es un agregado de moléculas mantenidas unidas por fuerzas electrostáticas. Esas moléculas son sintetizadas abióticamente. Oparin llamó coacervados a los protobiontes. Un protobionte es un glóbulo estable que es propenso a la autosíntesis si se agita una suspensión de proteínas, polisacáridos y ácidos nucleicos. Muchas macromoléculas quedaron incluidas en coacervados.

Es posible que en esa época ya existieran proteínas complejas con capacidad catalizadora, como enzimas o fermentos, que facilitan ciertas reacciones químicas, y eso aceleraba bastante el proceso de síntesis de nuevas sustancias.

Cuando ya había moléculas de nucleoproteínas, cuya actividad en la manifestación de caracteres hereditarios es bastante conocida, los coacervados pasaron a envolverlas. Aparecían microscópicas gotas de coacervados envolviendo nucleoproteínas. En aquel momento faltaba sólo que las moléculas de proteínas y de lípidos se organizasen en la periferia de cada gotícula, formando una membrana lipoproteica. Estaban formadas entonces las formas de vida más rudimentarias.

Así Oparin abrió un camino donde químicos orgánicos podrían formar sistemas microscópicos y localizados (posiblemente precursores de las células) donde esas primitivas formas de vida podrían desarrollarse.

Y en esta línea ordenada de procesos biológicos, van avanzando con cada vez más importancia: la competencia, la velocidad de crecimiento, la lucha por la vida y, finalmente, la selección natural determinando formas de organización material que es característica de las cosas vivas del tiempo actual.

Trabajos Mayores

  • "Los Factores Externos en las Interacciones Enzimáticas Dentro de la Célula Vegetal"
  • "El Origen de la Vida sobre la Tierra"
  • "Vida, Su Naturaleza, Origen y Evolución"
  • "La Historia de la Teoría de la Génesis y Evolución de la Vida"

Referencias

  1. Oparin, A. I. El Origen de la Vida. New York: Dover (1952) (1ª publicación en 1938).
  2. Oparin, A., y V. Fesenkov. Vida en el Universo. New York: Twayne Publishers (1961)..

Véase también

  • Origen de la vida
  • Caldo primordial
  • Experimento de Miller y Urey

Enlaces externos

  • Sobre Aleksandr Oparin

 
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