Sydney Brenner



Sydney Brenner es un biólogo sudafricano galardonado con el Premio Nobel de Fisiología o Medicina de 2002.

Compartió el premio con H. Robert Horvitz, John E. Sulston, en reconocimiento a sus trabajos sobre la regulación genética del desarrollo y muerte celular. Este fue el broche de oro a la carrera de un hombre que piensa que la búsqueda del conocimiento es una aventura que seguirá adelante mientras existan seres humanos y que lo ha demostrado en su propia vida.

Nacido el 13 de enero de 1927 en Germiston, una pequeña ciudad de Sudáfrica, pronto dio signos de una inteligencia precoz y una curiosidad insaciable; aprendió a leer muy pronto y comenzó la educación primaria con dos años de adelanto. Durante sus años escolares descubrió en los libros una fuente de conocimiento inagotable y empezó a hacer sus primeros experimentos de bioquímica en casa, con materiales de la droguería local y un microscopio que su tío le había regalado. A los quince años le fue concedida una beca municipal para estudiar la carrera de Medicina en Johannesburgo y en 1946, con 19 años, publicó su primer artículo en solitario. Siendo demasiado joven para poder graduarse se dedicó a aprender, tanto por su cuenta, sumergiéndose en los libros que tanto le enseñaron, como en los laboratorios de los departamentos de Fisiología e Histología, donde descubrió su pasión por la biología celular.

En 1952, ya licenciado, se desplaza a Oxford, donde comienza a trabajar con bacteriófagos y entra en contacto con la flor y nata de la investigación en Biología Molecular. El momento clave de su carrera científica llegó en 1953, cuando hizo un viaje de un día a Cambridge para conocer a James Watson y Francis Crick y su revolucionaria estructura de la hélice de ADN, el punto de inicio de lo que hoy conocemos como Biología Molecular. Tras doctorarse en Oxford pasó a ocuparse de su pasión, la Genética Molecular, comenzando con el desciframiento del código genético. Durante 20 años trabajó codo con codo con Crick en el Laboratorio de Biología Molecular de Cambridge, del que sería nombrado director en 1979.

Su interés comenzó a centrarse en el desarrollo celular y fue entonces cuando comenzó los trabajos con el gusano C. elegans que culminarían con el galardón del Premio Nobel. En 1986 renunció a su trabajo como director del Laboratorio porque las tareas administrativas le apartaban de su verdadera vocación en el trabajo de investigación y le fue concedida la oportunidad de fundar una Unidad de Biología Molecular para proseguirlo.

En 1992, a sus 65 años se jubila por primera vez. Según sus propias palabras, la ciencia es algo a lo que uno está atado y no deber retirarse de un proyecto hasta no haberse asegurado su siguiente trabajo; bajo esta filosofía viaja a La Jolla, California, donde comienza a trabajar en el Scripps Research Institute y funda una empresa dedicada a la secuenciación masiva de ADN. En 1995 funda el Molecular Sciences Institute, que acoge jóvenes investigadores y al que imprime su visión de la investigación como reto intelectual hasta su segunda jubilación, en el año 2000. En el año 2001 es nombrado Distinguised Professor del Instituto Salk de La Jolla, donde se reencuentra con su viejo amigo Crick y donde actualmente trabaja.

 
Este articulo se basa en el articulo Sydney_Brenner publicado en la enciclopedia libre de Wikipedia. El contenido está disponible bajo los términos de la Licencia de GNU Free Documentation License. Véase también en Wikipedia para obtener una lista de autores.
Su navegador no está actualizado. Microsoft Internet Explorer 6.0 no es compatible con algunas de las funciones de Chemie.DE.