Los tratamientos del parkinson, a examen

09.09.2008 - España

La tesis doctoral que Juan Carlos Gómez-Esteban ha presentado en la UPV/EHU analiza los resultados de la investigación clínica realizada en la unidad de Trastornos del Movimiento del Hospital de Cruces desde el año 1998. Se trata de un trabajo que repasa las intervenciones quirúrgicas y los fármacos más eficaces, así como los estudios genéticos realizados hasta la fecha.

El campo de los trastornos del movimiento es una de las ramas más complejas de la neurología. El volumen de conocimiento adquirido es tan grande, que requiere que algunos neurólogos se subespecialicen en esta materia y se creen unidades multidisciplinares en las que abordar problemas como el diagnóstico de la enfermedad de Parkinson y de los parkinsonismos atípicos, la selección de las terapias quirúrgicas y farmacológicas más eficaces, o la realización de estudios genéticos. Así nació en el año 1998 la Unidad de Trastornos del Movimiento del Hospital de Cruces, en la que trabajan neurólogos, neurocirujanos, neurofisiólogos, anestesistas, neuropsicólogos y radiólogos. Desde su creación, se han realizado más de 100 intervenciones quirúrgicas, la mayoría a pacientes con enfermedad de Parkinson. En la actualidad, se trata de un centro de referencia en cirugía funcional para la CAPV, e incluso recibe pacientes derivados de otras comunidades autónomas.

Resultados de las operaciones

La parte inicial de la tesis presentada por el Dr. Gómez-Esteban repasa las operaciones realizados en la Unidad de Trastornos del Movimiento. Concretamente, analiza la estimulación cerebral profunda, un procedimiento quirúrgico que actúa sobre los núcleos profundos del cerebro, que no funcionan correctamente en los pacientes afectados por diversos trastornos del movimiento. De su investigación se deduce que se trata de una terapia efectiva en pacientes con enfermedad de Parkinson avanzada, y que el núcleo subtalámico (un pequeño núcleo situado en la base del cerebro) es la diana quirúrgica que ofrece una mejoría más completa sobre todos los síntomas de la enfermedad. La operación consiste en implantar en ese núcleo unos microelectrodos que serán controlados por una batería parecida a la de un marcapasos.

Gómez-Esteban añade que el beneficio de este tipo de intervención sobre los síntomas que afectan al movimiento es similar al obtenido con fármacos dopaminérgicos (los que contienen precursores de la dopamina o actúan de forma similar a ella), a excepción del temblor, que responde mejor al tratamiento quirúrgico que a los fármacos. Otro de los beneficios de la estimulación cerebral profunda es la mejora de la calidad de vida, no sólo del paciente sino también de su cuidador. También produce mejorías en la memoria verbal, sin que se afecte la visual, pero no se han detectado alteraciones en la fluencia verbal o en las funciones ejecutivas. Aunque inicialmente se puede producir un cuadro depresivo como reacción a las expectativas del paciente y debido al propio proceso quirúrgico, el Dr. Gómez-Esteban asegura que a medio y largo plazo se produce una mejoría de los síntomas depresivos.

Por otro lado, esta investigación muestra que los pacientes que padecen la enfermedad llamada atrofia multisistémica de tipo parkinsoniano, así como los que presentan una determinada mutación del gen LRRK2-Dardarina no responden a la intervención quirúrgica tan bien como aquellos que sufren enfermedad de Parkinson de causa desconocida u otros parkinsonismos hereditarios.

Investigaciones genéticas: nuevas mutaciones

Las formas hereditarias de párkinson y demencia por cuerpos de Lewy (una enfermedad descubierta recientemente que antes se confundía con el párkinson o el alzheimer) no son frecuentes. De hecho, el Dr. Gómez-Esteban afirma que hasta la fecha no se han encontrado defectos genéticos asociados a esta última. Sin embargo, en la Unidad de Trastornos del Movimiento han descubierto una nueva mutación en la enfermedad de Parkinson (una determinada mutación del gen llamado alfa-sinucleína), que también se asocia a la demencia por cuerpos de Lewy. También destaca que los pacientes que registran dicha mutación padecen un trastorno primario del sueño, una disminución de las fases REM (en la que se producen los sueños) y NREM (en la que no se producen sueños), que podría incluso preceder a síntomas motores.

Análisis de fármacos

Otros de los problemas a los que se enfrentan los enfermos de parkinson son la fragmentación del sueño o imposibilidad de dormir de forma continuada y la nicturia (orinar frecuentemente durante la noche). Según el Dr. Gómez-Esteban, los fármacos que activan directamente los receptores de dopamina parecen mejorar la nicturia, aunque no mejoran el sueño nocturno ni la presencia de hipersomnia diurna (dificultad para mantenerse despierto). El 21,9% de los pacientes estudiados en la Unidad de Trastornos del Movimiento sufren, además, el síndrome de las piernas inquietas, lo cual supone un empeoramiento de la calidad del sueño nocturno y de la calidad de vida.

Asimismo, el Dr. Gómez-Esteban repasa los estudios sobre enfermos de párkinson que sufren cuadros psicóticos, como alucinaciones visuales. Los ensayos clínicos llevados a cabo en el Hospital de Cruces apuntan a que el fármaco llamado Ziprasidona es eficaz como antipsicótico, tiene pocos efectos adversos sobre el sistema motor que coordina el movimiento y regula el tono muscular.

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