Transpiración vegetal



La transpiración ocurre a través de los estomas situados en la epidermis fundamentalmente. Un árbol grande puede perder cientos de litros de agua en un solo día seco y caluroso. El grado de evaporación de agua por una planta depende de factores como la temperatura, la humedad relativa del ambiente, el viento, la luminosidad y el suministro de agua a la planta.

Se estima que el 90 % del agua que entra en la planta por las raíces es utilizado en este proceso. Las plantas extraen del suelo con sus raíces grandes cantidades de agua, la cual contiene sales minerales disueltas. De esta manera obtienen no sólo el agua necesaria para mantener su hidratación, sino el nitrógeno, fósforo, azufre y los cationes minerales necesarios para su nutrición autótrofa. De esta manera, cuando una planta, obligada por la sequía, cierra sus estomas y limita su transpiración, deja a la vez de alimentarse.

El agua transpirada permite además el enfriamiento de la planta. La transpiración es una manera efectiva de intercambiar calor con el medio, debido al elevado calor de vaporización del agua (cuando se evapora se lleva muchas calorías).

Las plantas de climas estacionalmente secos, semiáridos o desérticos han desarrollado en su evolución mecanismos especiales, como agujas, hojas gruesas recubiertas de una cutícula cérea o de tricoma, para reducir este proceso y la pérdida de agua.

 
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