Folículo piloso



El folículo piloso es la parte de la piel que da crecimiento al cabello al concentrar células madre. Dentro de los folículos existen glándulas sebáceas, destinadas a la producción del sebo que lubrica la superficie del cabello y que están distribuidas por toda la superficie de la piel con excepción de las palmas de las manos, plantas de los pies, etc. A mayor grosor del cabello, más glándulas sebáceas se encontrarán. En la base del cabello, una fina red de vasos sanguíneos forma la raíz del mismo. Alrededor de esta hay una estructura blanca llamada bulbo, visible al arrancar cabellos sanos.

En la base del folículo hay una estructura pequeña llamada papila. Es aquí donde tienen origen las células que forman parte del cabello. La papila tiene forma de cono y sobresale hacia el bulbo del cabello en crecimiento.

Solidario al folículo hay un diminuto grupo muscular llamado musculus erector pili que es responsable de la perpendicularidad del cabello a la superficie de la piel, y causante de la proyección del folículo ligeramente por encima de la superficie cutánea, fenómeno conocido como piel de gallina. Las células fusiformes ubicadas en la juntura del grupo erector y el folículo, son fundamentales en el crecimiento del cabello durante la etapa anágena.

El cabello crece en ciclos de varias etapas. Anágena (de crecimiento), catágena (involución) y telógena (descanso). Normalmente hasta un 90% de los folículos pilosos están en la etapa anágena mientras que el 10-14% restante está en telógena y hasta un 1-2% en catágena. La longitud de estos ciclos varía según la zona del cuerpo.

 
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