Calor sensible



Se denomina calor sensible al que aplicado a una sustancia hace subir su temperatura.

El nombre proviene de la oposición a calor latente. Éste es calor "escondido", se suministra pero no "se nota" el efecto de aumento de temperatura sobre la sustancia, como un cambio de fase de liquido a vapor; en el calor latente, se nota.


Para calentar una sustancia de un nivel térmico a otro (de una temperatura a otra) hace falta una cierta cantidad de calor (energía), que es distinta para cada una (calor específico).


Calor sensible, es aquel que recibe un cuerpo sin cambiar su estado físico mientras sube su temperatura. En general, se ha observado experimentalmente, que la cantidad necesaria de calor para calentar o enfriar un cuerpo es directamente proporcional a la masa del cuerpo y el número de grados en que cambia su temperatura. La constante de proporcionalidad recibe el nombre de capacidad calorífica. El calor sensible se puede calcular por:

Qs = ΔHL = L Cp (t1 – t2)

En donde Cp es la capacidad calorífica a presión constante, definida como la cantidad de calor requerida para aumentar en un grado la temperatura de la unidad de masa de un cuerpo a presión constante. Si el proceso se efectuara a volumen constante, entonces el calor sensible sería

Qs = ΔUL = LCv(t1 – t2)

En donde cv es la capacidad calorífica a volumen constante. Las capacidades caloríficas varían con la temperatura y el estado físico de agregación de las sustancias.

 
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