Piedra filosofal



Para la novela de Harry Potter véase Harry Potter y la piedra filosofal.

La piedra filosofal es una sustancia que según la alquimia tendría propiedades extraordinarias, como la capacidad de transmutar los metales vulgares en oro. Existen dos tipos de piedra: la roja, capaz de transmutar metales innobles en oro, y la blanca, cuyo uso transforma dichos metales innobles en plata. La roja se obtiene empleando la Vía Seca; la blanca a través de la Vía Húmeda; en ambos casos el elemento de partida es la pirita de hierro.

Descripción

Sus orígenes parecen estar en una antigua teoría alquímica que proponía analizar los elementos Aristotélicos atendiendo a sus cuatro "cualidades básicas": calor, frío, sequedad y humedad. El fuego sería caliente y seco, la tierra fría y seca, el agua fría y húmeda y el aire caliente y húmedo. Más aún, la teoría propone que cada metal es una combinación de los cuatro principios. Aunque se debe resaltar que después llegaron a la conclusión de que los elementos eran azufre, plomo y oro.

De ella se desprende el fenómeno de transmutación; es decir, el cambio de la naturaleza de un elemento en función del cambio en sus cualidades.

La piedra filosofal, o elixir de la vida, era algo ansiosamente buscado y codiciado porque se le suponían virtudes maravillosas; no sólo la de conseguir el oro, sino la de curar algunas enfermedades y otorgar la inmortalidad. Para la fabricación de oro se buscaba un material que facilitase la mezcla de mercurio y azufre, porque se suponía que ese era el camino acertado. A partir de esa mezcla hallarían el noble metal. Estos dos aspectos están relacionados: una característica del oro es que se oxida más lentamente que otros metales; es decir: el oro es "inmortal"; por lo tanto, si descubrían cómo formar oro a partir de otros elementos, tal vez podrían hacer que el pobre cuerpo mortal se volviera inmortal.

Las características físicas de la piedra filosofal también varían según diversas fuentes. Generalmente se la presenta como materiales mineales amorfos o cristalinos de diversos colores. Incluso en obras relativamente modernas como "El Retorno de los Brujos" se menciona la posibilidad de que la piedra filosofal en sí misma sea un gas, "nube de electrones", plasma o cuerpo similar no sólido, que tiene la propiedad de penetrar el vidrio u otros cuerpos cristalinos y quedar almacenada allí. En forma estable puede llevarse fuera del laboratorio y activarse luego con fuego para usarse cuando sea necesario.

Otra leyenda de la piedra filosofal dice que la persona que la posee puede transmutar todo tipo de objetos en oro, pero su uso constante hace que poco a poco la persona que la use vaya, casi sin advertirlo, convirtiéndose en oro. Esto seria un castigo al abuso de los poderes de la piedra, y a la codicia de la persona...

Hay vertientes más místicas de la alquimia que creen que, en realidad, la obra y la piedra filosofal no son realidades físicas, sino metáforas del perfeccionamiento espiritual.

Por otra parte se afirma que el "lapis philosophorum" era simple y llanamente el conocimiento, y lo que se buscaba era realmente la ciencia pura.

Se ha logrado, por ejemplo, crear oro en aceleradores de partículas, como en el CERN, aunque a tan alto costo de energía que impide cualquier ganancia económica.

Los alquimistas, además de buscar con fruición el elixir de la vida, buscaban también un remedio que se pudiera preparar en el laboratorio, capaz de curar todas las enfermedades (véase panacea universal).

Véase también

  • Grial
  • Gran Obra (Pasos para crear la piedra)
  • Fullmetal Alchemist (Anime en la búsqueda de la Piedra Filosofal)
 
Este articulo se basa en el articulo Piedra_filosofal publicado en la enciclopedia libre de Wikipedia. El contenido está disponible bajo los términos de la Licencia de GNU Free Documentation License. Véase también en Wikipedia para obtener una lista de autores.
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