Plan Colombia




Plan Colombia es un controvertido proyecto que fue concebido con el propósito general de disminuir las drogas y resolver el actual conflicto armado que vive Colombia, por medio de la ayuda de Estados Unidos.[cita requerida] El Plan fue inicialmente concebido en 1999 por las administraciones del presidente colombiano Andrés Pastrana Arango y estadounidense Bill Clinton con los objetivos específicos de generar una revitalización social y económica, terminar el conflicto armado y crear una estrategia antinarcóticos.[cita requerida] El elemento más controvertido de este plan ha sido la estrategia de fumigaciones aéreas para erradicar los cultivos de coca. Esta actividad ha sido blanco de críticas porque parece que además produce daños a los cultivos lícitos y tiene consecuencias de salud adversas sobre aquellas personas expuestas a los herbicidas. Los críticos de esta iniciativa también alegan que parte de la ayuda del Plan le ha llegado también a elementos de las fuerzas de seguridad que están comprometidos con grupos paramilitares en abusos contra sectores de la población y organizaciones de izquierda.[cita requerida]

Tabla de contenidos

Evolución del Plan

La versión original del Plan Colombia según la ideó el presidente Andrés Pastrana en 1998, una semana después de la primera ronda de las elecciones presidenciales, consistía en un Plan Marshall para Colombia.[cita requerida] El argumento de Pastrana fue que “la coca era un problema social cuya solución debía incluir resolución del conflicto armado; los países desarrollados deberían ayudarnos a implementar una especie de Plan Marshall para Colombia, el cual nos permitiría desarrollar grandes inversiones en el campo social, con el fin de ofrecer a nuestros campesinos alternativas diferentes a los cultivos ilícitos”.[cita requerida]

Después de la posesión de Pastrana, uno de los nombres dados a la iniciativa fue “Plan Colombia para la Paz", el cual según Pastrana "era un conjunto de proyectos de desarrollo alternativo que canalizarían los esfuerzos de las organizaciones multilaterales y gobiernos extranjeros hacia la sociedad colombiana”. Cuando el Plan Colombia fue presentado inicialmente, este no hacía mención al combate del narcotráfico a través de un incremento en la ayuda militar y en las campañas de fumigación, sino que enfatizaba la erradicación manual de los cultivos como una alternativa mejor.[cita requerida]

Durante una reunión de Pastrana con el presidente Bill Clinton en agosto de 1998, este discutió “la posibilidad de asegurar un aumento en la ayuda para los proyectos antinarcóticos, desarrollo sostenible, la protección de los derechos humanos, ayuda humanitaria, estímulo a la inversión privada y unión con otras donantes e instituciones financieras internacionales para promover el crecimiento económico de Colombia”.[cita requerida]

Para el presidente Pastrana, hubo la necesidad de crear un documento oficial que específicamente “sirviera para convocar la importante ayuda de los Estados Unidos, así como también la de otros países y organizaciones internacionales” y adecuadamente tuviera en cuenta las preocupaciones de Estados Unidos. El gobierno colombiano también consideró que había que arreglar las relaciones bilaterales que se habían deteriorado durante la administración de Ernesto Samper (1994-1998).[cita requerida] Según Pastrana, el subsecretario de estado Thomas Pickering eventualmente sugirió que, inicialmente, los EU podrían proporcionar ayuda por un periodo de tres años, en lugar de continuar con paquetes anuales.[cita requerida]

Como resultado de estos contacto, la influencia de los EU fue extensiva, lo cual llevó a que el primer borrador oficial se escribiera en inglés y no en español, y la versión en español no estuvo lista sino hasta varios meses después que la versión final en inglés estuvo lista.[cita requerida]

Cuando los críticos y observadores se refieren a las diferencias entre las primeras versiones y los últimos borradores señalan que originalmente el énfasis era el de lograr la paz y acabar la violencia, dentro del contexto de mantener las conversaciones de paz con la guerrillas de la FARC siguiendo el principio de que la violencia del país tiene raíces profundas en la exclusión, la desigualdad y la pobreza. El enfoque del Plan en la versión final era totalmente diferente y se había trasladado a combatir el narcotráfico y fortalecer las fuerzas militares.[cita requerida]

El embajador Robert White afirmaba: “si usted lee el Plan Colombia Original, no el escrito por Washington, sino el original, no hay mención alguna sobre los motivos contra los rebeldes de las FARC. Por el contrario, (Pastrana) dice que las FARC son parte de la historia de Colombia y un fenómeno histórico que, el dice, ellos deben ser tratados como colombianos..[Colombia] vienen y pide pan y usted Estados Unidos les da piedras.[cita requerida]

El presidente Pastrana admitió que la mayoría de la ayuda de Estados Unidos estaba enfocada hacia la esfera militar y antinarcóticos (en un 68%), pero argumentó que eso era un 17% del monto total de la ayuda prevista para el Plan Colombia. El resto, según el presidente, sería donado por otras naciones e instituciones internacionales y seguiría enfocado al desarrollo social y económico, por lo tanto Pastrana consideraba injusto que los críticos se enfocaran exclusivamente en la ayuda de Estados Unidos y por ello llamaran "militarista" al Plan Colombia.[cita requerida]

Financiación

El plan original tenía un presupuesto de US$7,5 mil millones de dólares de los cuales un 51% se dedicaría desarrollo institucional y social, un 32% para combatir el narcotráfico, un 16% para revitalización social y económica y un 0,8% para apoyar los procesos de negociación política con los grupos guerrilleros. Pastrana inicialmente solicitó US$4,864 mil millones de dólares provenientes de fondos colombianos (65%) y solicitó US$ 2,636 mil millones a la comunidad internacional (35%).[cita requerida]

La administración Clinton en Estados Unidos apoyó la iniciativa asistiendo con $1,3 billones de dólares y 500 miembros de personal militar para entrenamiento de las fuerzas locales. Además 500 civiles fueron enviados para apoyar las actividades de eliminación de los cultivos de coca. Esta ayuda fue una ayuda adicional a los US$330 millones de dólares de ayuda militar previamente entregados a Colombia. La suma de US$818 millones fue destinada en el 2000 y US$256 millones en el 2001. Estas apropiaciones convirtieron a Colombia en el tercer mayor receptor de ayuda de los Estados Unidos (puesto conservado hasta antes de las posteriores invasiones y ocupaciones de Afganistán e Iraq).[cita requerida]

Aunque Colombia ha buscado apoyo adicional de la Unión Europea y otros países, con la intención de financiar el componente social del plan original, en un principio ha encontrado poca cooperación de los potenciales donantes de la ayuda debido a que estos tienen poca intención de invertir dinero en iniciativas que ellos consideran como inciertas, y además consideran que la ayuda militar que los Estados Unidos han proporcionado es indebidamente sesgada. Algunos países han enviado ayudas de unos cientos de millones de dólares (Aprox. US$128,6 millones, 2,3% del total) pero la mayoría evitan ser públicamente asociados con el Plan Colombia, por lo tanto las sumas recogida resultaron mucho más bajas de lo que inicialmente se había propuesto.[cita requerida]

Guerra contra las drogas

Aunque el Plan Colombia tiene algunos componentes que buscan fomentar la ayuda social y la reforma institucional en Colombia, la iniciativa es ampliamente considerada como un programa fundamentalmente de ayuda militar y antinarcóticos.[cita requerida]

La justificación oficial en Estados Unidos es que este plan es parte de la Guerra contra las drogas. El Plan Colombia ha tenido un gran apoyo entre miembros del congreso de Estados Unidos, quienes argumentan que los logros de este programa incluyen la fumigación y erradicación de 1300 km² de plantaciones de coca en el 2003, lo cual ha prevenido la producción de más de 500 t métricas de cocaína, agregando que se le habría negado un ingreso de más de $100 millones a los narcotraficantes y a las organizaciones ilegales consideradas como terroristas por Colombia, Estados Unidos y la Unión Europea.[cita requerida]

Los críticos sospechan que el Plan tiene la lucha contra las fuerzas de guerrilla del país como uno de sus principales objetivos, debido a que son grupos que ejercen gran influencia en vastas áreas del territorio del país. Algunos críticos denuncian que algunos sectores campesinos e indígenas podrían ser considerados como blancos del Plan Colombia debido a que estos reclaman reformas sociales y la protección y legalización de estos cultivos puesto que son fuente de ingreso así como también una forma de expresión cultural.[cita requerida]

Por lo tanto denuncian que estos grupos podrían intervenir potencialmente con planes internacionales para la explotación de los recursos naturales incluyendo el petróleo (Colombia es considerado como el séptimo u octavo suministrador de petróleo a Estados Unidos, aunque estudios recientes apuntan a una reducción de las reservas actualmente conocidas, además la exploración es escasa)[cita requerida]

De gran importancia dentro del paquete de ayudas aprobadas por el presidente Clinton es la denominada “avanzada dentro del sur de Colombia”, un área que por décadas ha sido el fuerte del movimiento guerrillero más grande de Colombia, las FARC, y es también una importante región productora de coca.[cita requerida]

Estos fondos fueron destinados para entrenamiento y equipamiento de los nuevos batallones antinarcóticos, para la compra de helicópteros, para apoyo de inteligencia militar y para suministros para la erradicación de la coca.[cita requerida]

Al mismo tiempo que la asistencia es denominada como ayuda antinarcóticos, muchos creen que se usa prioritariamente contra las FARC. Los que apoyan el plan argumentan que tal acción tendría sentido puesto que la diferencia entre guerrilla y traficantes de droga es cada vez menos notoria y ven lo que se podría considerar como parte de la misma cadena productiva.[cita requerida]

En junio del 2000, Amnistía Internacional emitió un comunicado en el cual criticaba la implementación del Plan Colombia:[cita requerida]

"El Plan Colombia se basa en un análisis que enfoca las raíces del conflicto desde el punto de vista de las drogas y la crisis de los derechos humanos e ignora completamente las responsabilidades históricas del propio estado colombiano. También ignora que las raíces profundas del conflicto están en la crisis de los derechos humanos. El Plan propone principalmente una estrategia militar para atacar los cultivos ilícitos y el tráfico de drogas a través de una sustanciosa asistencia militar a las fuerzas armadas y a la policía. Los programas de desarrollo social y humanitario que el programa incluyen no alcanzan a disfrazar la naturaleza esencialmente militar del plan. Además, es aparente que el plan Colombia no es el resultado de un proceso genuino de consulta con los organizaciones no gubernamentales nacionales ni internacionales que se espera implementen los proyectos, ni con los beneficiarios de los proyectos humanitarios, de derechos humanos y de desarrollo social. Como consecuencia, el componente de derechos humanos del plan es defectuoso."[cita requerida]

Al final de los años 1990, Colombia fue uno de los principales recipientes de ayuda militar del hemisferio occidental y debido a su continuo conflicto interno tiene uno de los peores registros en derechos humanos, con la mayoría de las atrocidades (desde los más directamente responsables hasta los menos directamente responsables) atribuida a las fuerzas paramilitares, a los grupos guerrilleros insurgentes y a elementos de las fuerzas armadas y la policía.[cita requerida]

Un estudio de las Naciones Unidas reportaba que elementos de las fuerzas de seguridad, que han resultado fortalecidos con el Plan Colombia y otras iniciativas, en algunas regiones continúan manteniendo relaciones próximas con grupos paramilitares, en ocasiones ayudando a organizar o participando directamente en abusos y masacres o, como se argumenta que es principalmente el caso, deliberadamente permaneciendo inactivas para prevenirlas. Los críticos del plan y de otras iniciativas de ayuda a las fuerzas armadas de Colombia señalan éstas continuas acusaciones sobre abusos para argumentar que el estado y las fuerzas militares colombianas deberían cortar todo nexo que persista con las fuerzas paramilitares ilegales, y que para ello necesitan enjuiciar las crímenes pasados de los paramilitares y de su propio personal. Los que apoyan el plan aseguran que el número y la escala de los abusos atribuidos directamente a las fuerzas del gobierno se han reducido gradual y significativamente, y argumentan que han aumentado los enfrentamientos entre las fuerzas del gobierno y grupos paramilitares (aunque estadísticamente siguen siendo bastante inferiores en comparación con las acciones contra la guerrilla).[cita requerida]

Expansión bajo la administración Bush

En el 2001, el gobierno del Presidente de Estados Unidos, George W. Bush expandió el programa mediante la apropiación de $676 millones para Iniciativa Andina Contra las Drogas. De esta apropiación, aproximadamente $380 millones fueron para Colombia. El resto fue para los otras países Andinos incluidos dentro de la iniciativa. La iniciativa del 2001 redujo las limitaciones sobre el cantidad y las actividades de los contratistas civiles, permitiéndoseles incluso portar armas de uso exclusivo de las fuerzas militares, lo cual de acuerdo con el gobierno de los EU era indispensable para asegurar la seguridad del personal y del equipo durante las labores de fumigación. El Congreso de los EU rechazo modificaciones a la iniciativa andina que habrían redirigido el dinero hacia programas de reducción de la demanda en los EU, especialmente a través de la fundación de programas de servicios de tratamiento a drogadictos. Algunos críticos se opusieron al rechazo de estas reformas diciendo que el problema de las drogas y sus múltiples repercusiones se trabajarían de una manera estructural si se atacara la demanda y no la producción de las drogas ilícitas, puesto que los cultivos siempre se pueden replantar y trasplantar a otros lugares fuera o dentro de Colombia y sus países vecinos mientras se mantenga la viabilidad del mercado.[cita requerida]

En el 2004, Estados Unidos asignaron partidas de aproximadamente $727 millones para la Iniciativa, $463 de los cuales eran destinados para el plan en Colombia.[cita requerida]

En octubre del 2004, del Senado de estadounidense aprobó una ley de compromiso, incrementando el número de asesores militares estadounidenses que podían operar en el país como parte del Plan Colombia de 400 a 800 y el número de contratistas privados de 400 a 600.[cita requerida]

El 15 de octubre del 2004, el senador John Kerry declaró durante su campaña y en una entrevista con su asesor para asuntos latinoamericanos Meter Romero, publicada en diario El Tiempo su compromiso con la continuación del apoyo al Plan Colombia y los esfuerzos hechos por el gobierno del Presidente Álvaro Uribe, pero resaltó la necesidad de que el gobierno colombiano mejorara la grave situación de los derechos humanos en el país y que cortara lazos pendientes con los grupos ultraderechistas irregulares y proporcionara una adecuada protección a todos los ciudadanos incluyendo sindicatos de trabajadores y grupos de derechos humanos.[cita requerida]

El 22 de noviembre de 2004, el presidente Bush visitó Cartagena de Indias y respaldó las políticas de seguridad del presidente Uribe y manifestó su apoyo por la continuación de la ayuda para Plan Colombia en el futuro. Bush dijo que la iniciativa disfrutaba de un “amplio apoyo bipartidista” en Estados Unidos y que el año siguiente el congreso renovaría su apoyo.[cita requerida]

Resultados

Los resultados del Plan Colombia no han sido claros. Desde la perspectiva estadounidense y del gobierno colombiano los resultados han sido positivos. Las cifras del gobierno de los EU mostrarían que se observa una reducción significativa de los residuos de coca (total de cultivos menos cultivos erradicados) desde el pico del 2001 cuando los niveles se estimaron en 1698 km² en el 2004 se han reducido a n estimado de 1140 km² en el 2004. Se dice que se superó el récord de fumigación con herbicidas del área total cultivada aun cuando nuevas áreas fueron plantadas. A pesar de esto, la reducción efectiva pareciera haber llegado a sus límites en el 2004, a y a pesar de un nuevo récord alcanzado por la campaña de fumigación con un área total fumigada de de 1366 km², el área residuos de coca permaneció constante, estimada en 1139 km² en 2003 y de 1140 km² en el 2004.[cita requerida]

Adicionalmente, los cultivos de amapola han disminuido mientras los cultivos de coca no. En general, los cultivos de coca aumentaron (total de coca sembrada si contar lo erradicado) de aproximadamente 2467 km² en el 2003 a 2506 km² en el 2004.[cita requerida]

Los gobiernos de Estados Unidos y Colombia interpretan estas cifras como una demostración de la caída en el potencial de producción de la cocaína, de un pico de 700 t métricas en el 2001 a 460 en el 2003, como resultado de un incremento en el número de nuevos cultivos en respuesta a la erradicación los cuales deben ser menos productivos que las plantaciones de coca madura.[cita requerida]

Funcionarios el gobierno estadounidense han admitido que el precio de la cocaína en el mercado todavía va a aumentar significativamente como debe esperarse debido a la reducción de la oferta. Ellos señalan que hay reservas escondidas y otros métodos de circunvenir los efectos inmediatos de los esfuerzos de erradicación lo que permite que un flujo constante de drogas pueda entrar al mercado. Otros observadores dicen que esto resalta la in efectividad del Plan para detener el flujo de drogas y trabajar en hechos más importantes como proveer una alternativa viable a los desterrados y a otros campesinos que se dedican al cultivo debido a la falta de otras posibilidades económicas, además de la de tener que sobrellevar el turbulento conflicto civil entre el estado, la guerrilla y los paramilitares. Ellos dicen que haciendo que el transporte y cultivo de coca sea arduo en unas áreas, sólo lleva a que los procesos se trasladen a otras áreas dentro y fuera de Colombia produciendo un efecto de “gran expansión” (balloon effect).[cita requerida]

Para ilustrar lo escrito arriba, críticos dicen que Perú y Bolivia, países que antes monopolizaban el cultivo de la coca hasta que los esfuerzos de erradicación condujeron a una transferencia de estos a Colombia, han mostrado recientemente un incremento en la producción de coca a pesar del nivel récord de erradicación en Colombia, que actualmente es responsable por el 80% de la producción de pasta de coca en Sudamérica. Los que apoyan el plan y la prohibición de la droga consideran que el incremento en los cultivos no ha sido suficientemente importante para considerarlo un síntoma del efecto de “gran expansión”.[cita requerida]

Desplazados

Una de las consecuencias del Plan Colombia es el desplazamiento de miles de campesinos colombianos como refugiados al Ecuador y a Venezuela. La Comisión de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos estima que aproximadamente 180.000 colombianos han buscado refugio en el Ecuador y se han establecido en campamentos lo largo de la frontera de ese país con Colombia.

Véase también

Enlaces externos

  • Información sobre las Fuerzas Militares de Colombia
 
Este articulo se basa en el articulo Plan_Colombia publicado en la enciclopedia libre de Wikipedia. El contenido está disponible bajo los términos de la Licencia de GNU Free Documentation License. Véase también en Wikipedia para obtener una lista de autores.
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