Onicofagia



  La onicofagia (del griego onyx, ‘uña’ y phagein, ‘comer’) es el hábito de morderse (roer) o comerse las uñas de uno mismo. Se presenta en estados de ansiedad, normalmente puede estar asociado con el nerviosismo y el estrés. Una vez establecido en sujetos ansiosos puede ser desencadenado por el hambre, aburrimiento e inactividad . También puede ser un síntoma de algún desorden mental o emocional, según su frecuencia. Su nombre clínico es onicofagia crónica.

Tabla de contenidos

Incidencia

Aunque en muchos casos perdura hasta la edad adulta, la mayor incidencia de este mal hábito se da en la pubertad. Es más común en el sexo masculino que en el femenino, y ocurre con la siguiente frecuencia:

  • 44% de adolescentes
  • 28% al 33% de niños entre 7 y 10 años
  • 19% al 29% de adultos jóvenes
  • 5% de adultos mayores.

Efectos negativos

Morderse las uñas puede resultar en el transporte de gérmenes que se ocultan bajo las uñas a la boca o viceversa, llevando a la hinchazón del dedo y en casos extremos pus.

El mordedor compulsivo de uñas puede estar tentado a comer no sólo ésta sino también la cutícula y la piel de alrededor, provocándose heridas por donde sufrir infecciones oportunistas micróbicas y virales.

Dañarse la piel o uñas puede llevar a la ansiedad por la apariencia de las manos.

El hábito crónico de morderse las uñas es perjudicial a largo plazo para la sustancia adamantínea frontal de los dientes, aumentando la caries en las zonas afectadas.

Tratamiento

Medicamentos

Se suelen utilizar antidepresivos, medicamentos para la tricotilomanía y el trastorno obsesivo-compulsivo, incluyendo clomipramina, fluoxetina, sertralina, paroxetina, fuvoxamina, citalopram, nefazodona, escitalopram y venlafaxina.

También pequeñas dosis de antipsicóticos usados para tratar la esquizofrenia, tales como risperidona, olazopina, quetiapina, ziprasidona y aripiprazol. Es importante señalar que el que la persona esté tomando antidepresivos o antipsicóticos para tratar la onicofagia no quiere decir que el paciente sufra de psicosis.

Otra opción es tomar vitamina B (inositol), que reduce las ganas de morderse las uñas por medio del aumento de la serotonina en el cerebro. La serotonina está indicada en el tratamiento de desórdenes compulsivos y similares.

Terapia de conducta

Muchos pacientes han encontrado en la terapia de conducta beneficios, tanto por sí solas o como complemento de los fármacos. La primera parte del tratamiento consiste en el cambio de hábitos. Éste es un proceso de cuatro partes que consiste en buscar la forma de «desaprender» el hábito y reemplazarlo por otro saludable. Además se aplica una terapia de control de estímulos para identificar y eliminar lo que estimula a cada persona a comerse las uñas.

Véase también

Enlaces externos

  • La onicofagia en la Enciclopedia de Psicología
 
Este articulo se basa en el articulo Onicofagia publicado en la enciclopedia libre de Wikipedia. El contenido está disponible bajo los términos de la Licencia de GNU Free Documentation License. Véase también en Wikipedia para obtener una lista de autores.
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