Persistencia de la visión



 

Desde la perspectiva contemporánea en el campo de la neurofisiología de la percepción se afirma que la persistencia de la visión o retiniana o persistencia óptica es un mito.

La percepción del movimiento aparente, esto es, la que se obtiene a partir de la observación de secuencias de imágenes estáticas como las que se proyectan sucesivamente en una pantalla de cine o en un televisior o en un monitor de computador -ilustrada en este artículo con el caballo que parece moverse- se explica debido al procesamiento que hace el cerebro de las señales eléctricas provenientes de la retina las cuales a su vez son transmitidas mediante el nervio óptico al núcleo geniculado lateral y luego a otras zonas del cerebro para hacer procesamientos posteriores. La ilusión de movimiento aparente tiene lugar en una parte de Núcleo Geniculado Lateral llamada sistema magno celular. Una revisión profunda y clara del tema se encuentra en el artículo escrito por Joseph y Barbara Anderson "The Myth of Persistence of Vision Revisited" [1] Journal of Film and Video, Vol. 45, No. 1 (Spring 1993): 3-12.Universidad de Wisconsin (Madison).

A pesar de la gran cantidad de evidencia empírica acopiada durante el último siglo de investigaciones en neurología y en neurofisiología de la percepción, algunas personas no familiarizadas con los hallazgos científicos todavía le atribuyen a la persistencia retiniana la explicación de la percepción de movimiento aparente como resultado de la observación de secuencias de imágenes estáticas de una forma parecida a como lo harían -en el campo de la astronomía- aquellas personas que ignoran los descubrimientos científicos del siglo XVI y en consecuencia sostuvieran la tesis de que la tierra es plana o que el sol gira alrededor de la tierra.

Quienes le asignan algún valor a la persistencia retiniana se basan en argumentos débiles como estos: "El ojo hace que cualquier imagen vista se grabe en la retina por un corto tiempo (durante aproximadamente 0,1 segundos). Por ejemplo, al colocar un objeto frente a la vista y retirarlo rápidamente, cualquier persona que estuviera mirándolo lo seguirá viendo, porque el cerebro retiene la impresión de la luz. Esta impresión es notoria al mirar por un momento una fuente de luz como el sol y luego apartar la vista." Una revisión de este argumento nos lleva a la conclusión de que si se superpusieran en la retina diversos estímulos visuales entonces el resultado no sería movimiento sino a lo sumo la mezcla o confusión de dichos estímulos dando lugar a imágenes borrosas, como la que se vería en la pintura de Marcel Duchamp, Desnudo descendiendo una escalera.

Este error se deriva de atribuirle una explicación al fenómeno visual solamente a partir de un órgano periférico como es el ojo sin la intervención del cerebro argumento que se ha dervirtuado sistemáticamente por hallazgos como el mencionado por el cognoscitivista Donald Hoffman en su libro Inteligencia Visual (pág. 197, Ed. Paidós, Barcelona, 2000) de sujetos que a pesar de tener la retina completamente sana no pueden captar el movimiento en el mundo real, debido a lesiones en el cerebro, a esta disfunción se la denomina akinetopsia, esto es, ceguera al movimiento.

Desde sus inicios la presunta explicación de la persistencia retiniana ha carecido de fundamentos científicos como se puede apreciar desde la primera referencia a un artículo de Peter Mark Roget en el que se basan algunas revisiones de la teoría cinematográfica acerca del tema como es el caso de la primera referencia a este autor realizada por Terry Ramsaye en su libro de 1926 "A Million and One Nights" (pag. 10 Ed. Simon and Schuster, Nueva York), hasta otras más recientes como la de Román Gubern "Historia del Cine" (Vol. 1) de 1982 (pag. 19, Ed. Lumen, Barcelona).

El artículo de Peter Mark Roget “Explanation of an Optical Deception in the Appearance of the Spokes of a Wheel seen through Vertical Apertures” que fue presentado a la Royal Society de Londres en 1824, aborda un tema completamente diferente al de la ilusión del movimiento aparente porque trata de la ilusión que se obtiene al ver los rayos de una carreta a través de persianas verticales, pero no hace referencia a la percepción de secuencias de imágenes estáticas que luego se podrían ver en movimiento. Un análisis detallado y profundo del documento de Roget se puede encontrar en el artículo El mito de la persistencia de la visión: Anderson, Joseph and Barbara Fisher. "The Myth of Persistence of Vision." [2]Journal of the University Film Association XXX:4 (Fall 1978): 3-8.

También se ha planteado de manera equivocada que la persistencia retiniana se relaciona con el fenómeno phi para crear la ilusión de movimiento en el cine, este error se deriva en la equiparación equivocada que se hace del sistema visual humano con una cámara. Sin embargo el ojo opera de formas distintas dado que a diferencia de las cámaras de cine o video no tiene una cadencia o velocidad de cuadros ni un promedio de escaneo de líneas. En realidad el complejo sistema visual se basa en detectores de movimiento, de detalles y de patrones; los cuales una vez procesados dan como resultado la experiencia visual, la cual está orientada fundamentalmente por la búsqueda activa de sentido y explicaciones del mundo.

Uno de los motivos por el cual la persistencia retiniana, aunque es una explicación equivocada, se toma como verdadera es porque es sencilla de entender y aparentemente es una teoría final sobre la cual no es necesario seguir razonando más. En contraste, las explicaciones derivadas de la investigación científica implican el esfuerzo de aproximarse a nociones de neurología con el componente adicional de que en ellas se manifiesta la necesidad de seguir investigando un tema en el que lentamente se van respondiendo diferentes preguntas acerca del pensamiento visual. Así la actitud de quienes repiten las explicaciones de la persistencia retiniana es la de creer en algo simple a dudar metódicamente.

Juegos ópticos

Durante la época victoriana, algunos juguetes ópticos fueron utilizados para mostrar diversas ilusiones y, en algunos casos, se les esgrimía como factores probatorios de diversas teorías de la visión, entre ellas la persistencia retiniana.

Fueron populares en la época victoriana. Un ejemplo conocido es el dibujo del pájaro y la jaula: se dibujaba un pájaro en una cara de una hoja y una jaula en el otro lado. Se pegaba una varilla atravesando la hoja. Al girar rápidamente la hoja frotando una varilla se veía la imagen de un pájaro enjaulado. Otro ejemplo es el zoótropo.

Véase también

  • Visión
  • Ilusión óptica. Allí, además de información sobre las ilusiones ópticas

Enlaces externos

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Este articulo se basa en el articulo Persistencia_de_la_visión publicado en la enciclopedia libre de Wikipedia. El contenido está disponible bajo los términos de la Licencia de GNU Free Documentation License. Véase también en Wikipedia para obtener una lista de autores.
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