Bilis



La bilis es una sustancia líquida alcalina amarillenta producida por el hígado de muchos vertebrados. Interviene en los procesos de digestión funcionando como emulsionante de los ácidos grasos. Contiene sales biliares, proteínas, colesterol y hormonas. No contiene enzimas digestivas.

Su secreción es continua, por lo que en los periodos interdigestivos se almacena en la vesícula biliar, y se libera al duodeno tras la ingesta de alimentos.

El hígado produce la bilis, otro jugo digestivo, que se almacena en la vesícula biliar. Cuando comemos, la bilis sale de la vesícula por las vías biliares al intestino y se mezcla con las grasas de los alimentos. Los ácidos biliares disuelven las grasas en el contenido acuoso del intestino, como los detergentes disuelven la grasa de una sartén. Después de que las grasas se disuelven, las enzimas del páncreas y de la mucosa intestinal las digieren.

La bilis (o hiel) es un líquido alcalino, de sabor amargo y color amarillento o verde, secretado por los hepatocitos del hígado. Se almacena en la vesícula biliar entre las comidas, y durante la digestión se descarga en el duodeno donde ayuda al proceso de emulsión de los lípidos y a la excreción de algunas sustancias de deshecho.

La bilis está compuesta de agua, colesterol, lecitina (un fosfolípido), pigmentos biliares (bilirrubina y bilivernida), sales biliares (glicocolato de sodio y taurocolato de sodio) e iones bicarbonato.


Tabla de contenidos

¿Dónde se produce la bilis?

La bilis se produce en los hepatocitos (las células del hígado), que drenan a través de los múltiples conductos biliares que penetran en el hígado. Durante este proceso, las células epiteliales añaden una solución acuosa que es rica en bicarbonatos y que diluye y aumenta la alcalinidad del líquido. La bilis entonces fluye en el conducto hepático común, que se une con el conducto cístico de la vesícula biliar para formar el conducto biliar común. El conducto biliar común, por su parte, se une con el conducto pancreático para vaciarse en el duodeno. Si el esfínter de Oddi está cerrado, la bilis no entra en el intestino y, en cambio, fluye en la vesícula biliar, donde se almacena y concentra hasta cinco veces su potencia original entre comidas. Esta concentración ocurre por la absorción del agua y pequeños electrolitos, reteniendo todas las moléculas orgánicas originales. El colesterol también es liberado con la bilis, disuelta en los ácidos y grasas encontradas en la solución concentrada. Cuando la comida es liberada por el estómago en el duodeno en forma de quimo, la vesícula biliar libera la bilis concentrada para completar la digestión.

El hígado humano puede producir cerca de un litro de bilis por día (según el tamaño del cuerpo). El 95% de las sales secretadas en la bilis se absorben de nuevo en el íleon y son reutilizadas. La sangre del íleon fluye directamente a la vena porta hepática y vuelve al hígado donde los hepatocitos reabsorben las sales y las devuelven a los conductos biliares para ser reutilizadas, a veces dos o tres veces con cada comida.


Funciones fisiológicas de la bilis

La bilis actúa hasta cierto punto como un detergente, ayudando a emulsionar las grasas (aumentando el área superficial para ayudar a que actúen las enzimas), y facilitar así su absorción en el intestino delgado. Los compuestos más importantes son las sales de ácido taurocólico y ácido deoxicólico. Las sales biliares se combinan con fosfolípidos para romper los glóbulos de grasa en el proceso de emulsión, asociando su lado hidrofóbico con los lípidos y su lado hidrofílico con el agua. Las gotitas emulsionadas se organizan entonces en muchos micelios que aumentan la absorción. Ya que la bilis aumenta la absorción de grasas, es importante también para la absorción de las vitaminas solubles en grasa: D, E, K y A.

Además de su función digestiva, la bilis sirve como ruta de excreción para el producto resultante de la ruptura de la hemoglobina (bilirrubina) creado por el bazo, que da a la bilis su color característico. También neutraliza cualquier ácido en exceso del estómago antes de que entre en el íleon, la sección final del intestino delgado.

Las sales biliares son bactericidas, y eliminan los microbios que entran con la comida.

Trastornos asociados con la bilis

El colesterol contenido en la bilis puede acumularse en masas en la vesícula biliar, formando cálculos biliares. En ausencia de bilis, las grasas no se digieren y se excretan en las heces. En este caso, las heces carecen de su color marrón característico y, en cambio, son blancas o grises, con aspecto grasiento. Esto causa problemas significativos en la parte distal del intestino ya que normalmente todas las grasas son absorbidas antes en el tracto gastrointestinal. Por delante del intestino delgado los órganos y la flora bacteriana no están adaptados al procesamiento de las grasas. Después del consumo excesivo de alcohol,el vómito de una persona puede ser verde. El componente verde es la bilis.

Enlaces externos

 
Este articulo se basa en el articulo Bilis publicado en la enciclopedia libre de Wikipedia. El contenido está disponible bajo los términos de la Licencia de GNU Free Documentation License. Véase también en Wikipedia para obtener una lista de autores.
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