¿Electrificación o hidrógeno?

Ambos desempeñan papeles distintos en la transición energética europea

20.02.2024
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Un paso clave para lograr la neutralidad climática en la Unión Europea es pasar rápidamente de los combustibles fósiles a las tecnologías eléctricas alimentadas por energías renovables, según muestra un nuevo estudio. Al mismo tiempo, el hidrógeno producido a partir de la electricidad también será indispensable en sectores difíciles de electrificar como la aviación, el transporte marítimo y los productos químicos. Para 2050, la electrificación y el hidrógeno son las estrategias clave para alcanzar la neutralidad climática basada en energías renovables. Los científicos del Instituto de Potsdam para la Investigación del Impacto Climático (PIK) investigan el papel de la electrificación y el hidrógeno en los futuros escenarios de transformación de la UE y concluyen que, de aquí a 2050, se necesitarán entre un 42% y un 60% de electricidad y entre un 9% y un 26% de energía basada en el hidrógeno en el consumo total de energía.

"Investigaciones anteriores han demostrado que nuestro sistema energético puede transformarse hacia fuentes renovables como la eólica y la solar a bajo coste y con escaso impacto ambiental. Sin embargo, la siguiente cuestión es cómo puede utilizarse esta electricidad renovable para sustituir el uso de combustibles fósiles en los sectores de la edificación, la industria y el transporte. Nuestro análisis muestra que el uso directo de la electricidad, por ejemplo, a través de coches eléctricos y bombas de calor, es fundamental para una amplia gama de sectores, mientras que la conversión de electricidad en hidrógeno sólo es importante para unas pocas aplicaciones", afirma Felix Schreyer, científico del PIK y autor principal del estudio.

El estudio, publicado en "One Earth", es el primero que analiza con mayor detalle sectorial la interacción de la electrificación y el hidrógeno en los escenarios de neutralidad climática de la UE. El análisis muestra mayores potenciales para la electrificación e identifica un rango de despliegue más limitado para la energía basada en el hidrógeno que los estudios anteriores. Utilizando el modelo de economía energética REMIND, los científicos del PIK investigaron combinaciones plausibles de ambas estrategias en las vías de transformación del sistema energético de la UE bajo diferentes hipótesis. En todos los escenarios, la electrificación directa es la estrategia dominante para los turismos y la calefacción de baja temperatura en edificios y la industria, mientras que el hidrógeno y los combustibles sintéticos producidos a partir de la electricidad son necesarios sobre todo para la aviación, el transporte marítimo, la industria química y el almacenamiento de electricidad. Por lo tanto, la electrificación y el hidrógeno son en gran medida complementarios, mientras que compiten por una pequeña cuota de sólo alrededor del 15% de la energía final. Estos segmentos inciertos incluyen sectores como el transporte por camión y el calor de procesos industriales de alta temperatura.

Tres piedras angulares para el éxito de la transformación: Avanzar en la expansión de las renovables, eliminar obstáculos y ofrecer incentivos

"Aumentar el suministro de electricidad renovable y cambiar a tecnologías eléctricas siempre que sea posible es, con diferencia, la forma más rápida y barata de eliminar las emisiones de carbono en la mayoría de los sectores. Por eso esperamos que el porcentaje de electricidad en la energía final aumente del 20% al 42-60%", afirma el coautor Gunnar Luderer, jefe del Grupo de Sistemas Energéticos del PIK. Esto se debe a que las tecnologías eléctricas están cada vez más disponibles y utilizan la electricidad de forma muy eficiente, mientras que la conversión a hidrógeno y combustibles sintéticos y su combustión conllevan importantes pérdidas de energía. En general, la demanda de electricidad de la UE aumenta en todos sus escenarios entre un 80% y un 160% en 2050, dependiendo de la cantidad de importaciones de hidrógeno y del papel de la electrificación y el hidrógeno en sectores inciertos. Esto significa que para entonces habrá que producir aproximadamente el doble de electricidad que en la actualidad.

Los autores analizan también el estado actual de la política de la UE en materia de electrificación e hidrógeno y esbozan tres pilares fundamentales para el éxito de la transformación: 1) dar prioridad a la electrificación y al hidrógeno, respectivamente, en los sectores en los que son preferibles en todos los escenarios, 2) eliminar los obstáculos a la expansión de las energías renovables y 3) incentivar la ampliación de las cadenas de suministro de hidrógeno.

"Nuestro estudio pone de relieve que los responsables políticos deben respetar los distintos papeles sectoriales de ambas estrategias: Fomentando la electrificación a través de aplicaciones eléctricas para el transporte por carretera y la calefacción, al tiempo que se da prioridad al hidrógeno y a los combustibles sintéticos para las aplicaciones en las que son indispensables", afirma Falko Ueckerdt, científico del PIK y coautor del estudio.

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