Las sustancias químicas procedentes del uso de zapatillas de escalada causan problemas en las salas cubiertas

Concentraciones tan elevadas como las de una carretera muy transitada ilustran la importancia de las soluciones

06.05.2025
Aaron Kintzi/CeMESS

Las vistosas presas de los gimnasios de escalada acumulan la abrasión del caucho de las suelas, que también pasa al aire.

Quienes escalan en interiores están haciendo algo por su salud. Pero las zapatillas de escalada contienen sustancias químicas preocupantes que pueden penetrar en los pulmones de los escaladores a través de la abrasión de las suelas. En un estudio reciente, investigadores de la Universidad de Viena y de la EPFL de Lausana han demostrado por primera vez que en el aire de los gimnasios de escalada pueden encontrarse concentraciones elevadas de sustancias químicas potencialmente nocivas procedentes de las suelas de las zapatillas de escalada, en algunos casos superiores a las de una calle concurrida. Los resultados se han publicado en la revista Environmental Science and Technology Air.

Una sala de escalada se llena de olores variados: sudor, polvo de tiza... y una pizca de goma. Un grupo de investigación dirigido por el científico medioambiental Thilo Hofmann, de la Universidad de Viena, ha descubierto ahora que la abrasión del caucho de las zapatillas de escalada puede penetrar en los pulmones de los deportistas. Las zapatillas contienen compuestos de caucho similares a los utilizados en los neumáticos de los coches, incluidos aditivos sospechosos de ser nocivos para el ser humano y el medio ambiente.

"Las suelas de las zapatillas de escalada son productos de alto rendimiento, como los neumáticos de los coches", explica Anya Sherman, primera autora del estudio y científica medioambiental del Centro de Microbiología y Ciencia de Sistemas Medioambientales (CeMESS) de la Universidad de Viena. Los aditivos son sustancias químicas específicas que hacen que estos materiales sean más resistentes y duraderos; son esenciales para su función.

A Sherman le gusta escalar, como complemento a su trabajo en el laboratorio y el ordenador. En una conferencia conoció a Thibault Masset, de la École Polytechnique Fédérale de Lausanne (EPFL), que investiga temas similares y también practica la escalada. A los dos investigadores y primeros autores del estudio se les ocurrió la idea de analizar el caucho de sus propias zapatillas de escalada utilizando los mismos métodos científicos que emplean para analizar los neumáticos de los coches. "Conocíamos los residuos negros de las presas de los rocódromos, la abrasión de las suelas de nuestros zapatos. Los escaladores lo limpian para conseguir un mejor agarre, y sale despedido por el aire", añade Sherman.

Equipado con un impinger, un dispositivo de medición de partículas que imita las vías respiratorias humanas, Sherman, en colaboración con el grupo de investigación de la profesora Lea Ann Daily, recogió muestras de aire en cinco gimnasios de escalada de Viena. El impinger aspira aire a una velocidad de 60 litros por minuto y separa las partículas del mismo modo que entrarían en los pulmones humanos. En colaboración con la EPFL de Lausana, se recogieron otras muestras de polvo en gimnasios de Francia, España y Suiza.

"La contaminación del aire en los gimnasios de búlder era mayor de lo que esperábamos", afirma Thilo Hofmann, autor del estudio. Lo sorprendente fue que la concentración de aditivos del caucho era especialmente alta en los lugares donde escalaba mucha gente en un espacio reducido". Hofmann concluye: "Los niveles que medimos son de los más altos jamás documentados en todo el mundo, comparables a los de las carreteras de varios carriles de las megaciudades".

En 30 pares de zapatos analizados, el equipo encontró algunos de los mismos contaminantes que en los neumáticos de los coches: entre los 15 aditivos del caucho encontrados estaba el 6PPD, un estabilizador del caucho cuyo producto de transformación se ha relacionado con la muerte de salmones en los ríos.

Aún no está claro qué significa esto para la salud humana. Pero Hofmann subraya: "Estas sustancias no deben estar en el aire que respiramos. Tiene sentido actuar antes de conocer todos los detalles sobre los riesgos, especialmente en relación con grupos sensibles como los niños."

Sherman también señala que los operadores de los gimnasios de búlder estudiados se mostraron muy cooperativos y mostraron un gran interés por mejorar la calidad del aire en sus gimnasios. "Esta cooperación constructiva debería conducir a la creación de un entorno lo más saludable posible en las salas de escalada, por ejemplo mediante una mejor ventilación, limpieza, evitando las horas punta y diseñando zapatillas de escalada con menos aditivos."

"Es esencial cambiar a materiales para suelas con menos sustancias nocivas", afirma Hofmann. Según él, actualmente los fabricantes no son suficientemente conscientes del problema. El caucho que compran para sus suelas contiene un cóctel de sustancias químicas indeseables. Se necesita más investigación para entender cómo afectan estas sustancias al cuerpo humano. Anya Sherman sigue motivada: "Seguiré escalando, y confío en que nuestra investigación contribuya a mejorar las condiciones de los gimnasios de escalada".

Thilo Hofmann es catedrático de Geociencias Ambientales en el Centro de Microbiología y Ciencia de Sistemas Ambientales y codirector del Centro de Investigación sobre Medio Ambiente y Clima de la Universidad de Viena. Esta red reúne a investigadores de una amplia gama de disciplinas para producir conocimientos científicos excelentes que puedan aportar soluciones a problemas acuciantes como el cambio climático, la pérdida de biodiversidad y la contaminación ambiental.

Nota: Este artículo ha sido traducido utilizando un sistema informático sin intervención humana. LUMITOS ofrece estas traducciones automáticas para presentar una gama más amplia de noticias de actualidad. Como este artículo ha sido traducido con traducción automática, es posible que contenga errores de vocabulario, sintaxis o gramática. El artículo original en Inglés se puede encontrar aquí.

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