El estudio destaca la creciente amenaza de las enfermedades no transmisibles para la supervivencia de las mujeres al embarazo y al parto

02.05.2016 - Suiza

Más mujeres de las que se creía anteriormente están falleciendo en México por causas indirectas de mortalidad materna (como la diabetes tipo 2 y la hipertensión), condiciones que a menudo dificultan el embarazo, según un estudio. El estudio, de autores de México y los Estados Unidos de América, aparece en una edición especial del Boletín de la Organización Mundial de la Salud.

En países con ingresos bajos y medios, mueren menos mujeres por condiciones relacionadas con el embarazo y el parto que hace diez años. El estudio destaca el riesgo de que las enfermedades no transmisibles perjudiquen los últimos avances en cuanto a la mejora de la supervivencia materna.

"Estamos ganando la batalla contra las causas tradicionales de la mortalidad materna, como la hemorragia puerperal, pero no contra las causas indirectas de mortalidad materna", afirmó el coautor Dr. Rafael Lozano, del Instituto Nacional de Salud Pública de México.

Los hallazgos de Lozano y sus colegas se suman a los datos cada vez más numerosos sobre las causas de mortalidad durante el embarazo en México, y son coherentes con los últimos análisis globales en el hecho de que más de un cuarto de las muertes maternas en todo el mundo se debe a causas indirectas.

La mortalidad materna (cuando una mujer fallece durante el embarazo, parto o en los 42 días posteriores al parto) es un indicador importante del nivel de desarrollo de un país y de la efectividad de su sistema sanitario.

Las muertes maternas directas son consecuencia de complicaciones obstétricas durante el embarazo y el parto. Las muertes maternas indirectas son consecuencia de una enfermedad a menudo ya existente agravada por el embarazo e incluye condiciones no transmisibles, como la diabetes tipo 2 y enfermedades cardiovasculares, así como enfermedades infecciosas y parasitarias, como la infección por VIH, la tuberculosis, la hepatitis, la gripe o la malaria.

Los autores identificaron y reclasificaron 1 214 muertes como muertes maternas, lo que demuestra que este tipo de muertes se subestimaron cerca de un 13%. Como consecuencia, las cifras de mortalidad materna en México durante el periodo estudiado se corrigieron de 7 829 a 9 043.

Las muertes maternas adicionales se identificaron por medio de un nuevo método de búsqueda intencionada y examen de muertes maternas y su reclasificación, titulada Búsqueda Intencionada y Reclasificación de Muertes Maternas o BIRMM.

Con la aplicación del nuevo método a datos del período de estudio de ocho años, los autores descubrieron que las muertes maternas por causas obstétricas directas cayó de un 46,4 a un 32,1 por cada 100 000 nacimientos durante el período de estudio, y que las muertes maternas por causas indirectas se había estabilizado en 12,2 muertes por cada 100.000 nacimientos en 2006, en comparación con las 13,3 muertes por cada 100.000 nacimientos en 2013.

"Las muertes maternas directas afectan a mujeres que viven en los municipios más pobres, pero las mujeres que fallecieron por causas indirectas tuvieron menos embarazos, tenían una mejor educación y tenían más posibilidades de vivir en municipios más adinerados", afirmó Lozano.

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