El glifosato puede proceder de los aditivos de los detergentes
Un equipo de investigación aporta pruebas de una fuente desconocida hasta ahora del controvertido herbicida en masas de agua
Ciertos aditivos de los detergentes conocidos como aminopolifosfonatos pueden transformarse en glifosato y otras sustancias problemáticas cuando se tratan las aguas residuales. Un equipo de investigación dirigido por el profesor Stefan Haderlein, del Centro Geoambiental de la Universidad de Tubinga, ha realizado este hallazgo fundamental. Para lograrlo, el equipo llevó a cabo exhaustivos experimentos en el laboratorio que incluían también las condiciones que se dan en las aguas residuales. El hallazgo consolida la sospecha de que los aditivos de los detergentes son una fuente importante de los niveles constantemente elevados de glifosato en las aguas europeas. Anteriormente se suponía que el glifosato se liberaba al medio ambiente casi exclusivamente durante su uso como herbicida. El estudio se ha publicado en la revista científica Nature Communications.
El glifosato se considera el ingrediente activo más utilizado en herbicidas en todo el mundo. Impide el crecimiento al inhibir la formación de proteínas componentes vitales en las plantas y muchos microorganismos. Cuando se filtra del suelo, el glifosato puede llegar a las aguas subterráneas y superficiales, así como al medio ambiente. Aún no está claro hasta qué punto perjudica a todo tipo de formas de vida. Los ecologistas advierten de consecuencias incalculables. El glifosato sólo es ligeramente tóxico para el cuerpo humano, pero su efecto cancerígeno ha sido objeto de debate.
En la UE se ha criticado sobre todo el uso del glifosato en la agricultura. "Observamos que incluso en zonas y épocas en las que apenas cabía esperar un aporte de glifosato por parte de la agricultura, las concentraciones en el agua no disminuían en consecuencia", informan Stefan Haderlein y su colega Carolin Huhn, del Instituto de Química Física y Teórica de la Universidad de Tubinga. Sospechaban que esto podía estar relacionado con sustancias precursoras como los aminopolifosfonatos procedentes de las aguas residuales.
Los aminopolifosfonatos se utilizan en detergentes como agentes complejantes para ablandar el agua y mejorar la limpieza. Desde el punto de vista de la ecología del agua, Haderlein se pregunta si suponen una mejora respecto a sus predecesores, que también se degradan mal. "Al fin y al cabo, los fosfatos también se desprenden de los aminopolifosfonatos, que agotan el oxígeno de las masas de agua porque favorecen el crecimiento de las algas", afirma. Como mineralogista medioambiental, Haderlein se interesa por las reacciones químicas que tienen lugar en la superficie de los minerales. Sabíamos por un proyecto anterior que los polifosfonatos pueden reaccionar con minerales de manganeso y adsorberse en ellos", explica.
El manganeso como impulsor de reacciones
Los experimentos de laboratorio del estudio actual demostraron que los compuestos de manganeso que se encuentran con mucha frecuencia en los sedimentos del suelo, pero también en las aguas residuales y los lodos de depuradora, son la clave de una transformación en varias etapas de los aminopolifosfonatos, de los que el glifosato es un subproducto. El investigador informa: "En el laboratorio variamos las condiciones, como la concentración de oxígeno y los valores de pH, por ejemplo, y utilizamos aguas residuales en las que muchas sustancias diferentes podían influir en las reacciones con el manganeso. Sin embargo, a partir del DTPMP -el representante más importante de los aminopolifosfonatos- siempre obtuvimos glifosato, ya con cantidades minúsculas de manganeso disuelto siempre que también hubiera oxígeno. Y con manganeso mineral, incluso en ausencia de oxígeno". Haderlein también cuestiona los resultados de laboratorio anteriores sobre la descomposición microbiana de los aminopolifosfonatos. Señala: "El manganeso está presente sobre todo en los medios nutritivos para los microorganismos". En consecuencia, lo que supuestamente se observaba como una descomposición biológica de los aminopolifosfonatos podría ser un proceso puramente químico, prosigue.
"Ahora, hemos producido la prueba de que ciertos aminopolifosfonatos que se utilizan en detergentes producen glifosato en presencia de manganeso. Es un paso importante. A continuación, debemos probar qué papel desempeña esta fuente de glifosato en términos de cantidad", afirma Haderlein, resumiendo el estado de la investigación del equipo. Y prosigue: "Para ello, necesitamos comprender aún mejor cómo influyen las condiciones ambientales de los sistemas de agua y aguas residuales en la cantidad de glifosato que se produce durante la reacción del DTPMP y el manganeso."
"Con su investigación, el profesor Haderlein, el profesor Huhn y sus colegas han descubierto relaciones muy interesantes que están atrayendo mucho la atención del público interesado. Los resultados van a ayudar a proteger mejor nuestro medio ambiente", afirma la Profesora Dra. Dr. h.c. (Dōshisha) Karla Pollmann, Presidenta de la Universidad de Tubinga.
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