La industria químico-farmacéutica atraviesa un difícil camino

Las ventas totales bajan un 1% respecto al año anterior

11.12.2025
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La industria alemana ha tenido un año agotador. La situación de las empresas químicas y farmacéuticas también ha empeorado. "La industria transmite SOS. 2025 ha sido otro año muy difícil para nuestro sector y las perspectivas de futuro no son nada halagüeñas", afirma Markus Steilemann.

Ante la grave crisis económica, el Presidente de la Asociación Alemana de la Industria Química (VCI) reclama un frente unido en el país y una mirada coherente hacia el futuro: "Alemania aún tiene un gran potencial. Ahora hay que hacer todo lo posible para que no se pierda aún más sustancia. Los esfuerzos realizados por las empresas para garantizar un buen futuro a Alemania como emplazamiento empresarial deben dar sus frutos. Para lograrlo, necesitamos por fin unas condiciones marco adecuadas y fiables. Sobre todo, menos normas y menos costes".

Un vistazo a las cifras anuales de la industria químico-farmacéutica muestra la difícil situación: la producción y los precios de producción del sector han descendido ligeramente respecto al año anterior (-0,5%). La facturación descendió un punto porcentual. En la industria química, la producción cayó un 2,5%. La caída de la facturación en Alemania y en el extranjero es del 3%.

Las instalaciones de producción sólo funcionan al 70% de su capacidad, un mínimo histórico muy alejado de la rentabilidad. Una de cada dos empresas tiene muy pocos pedidos. Estos han caído más de un 20% en Alemania y en el extranjero desde 2021.

Este año, la industria farmacéutica ha registrado un aumento de la producción del 3% y un incremento de la facturación de más del 4%. Sin embargo, la situación empresarial actual también se ha deteriorado significativamente aquí y ahora se encuentra en terreno negativo.

La crisis se refleja en el número de empleados: una caída del 0,5% este año significa 2.400 personas menos trabajando en la industria químico-farmacéutica. Los cierres de fábricas y los traslados de producción ya anunciados provocarán nuevas reducciones de plantilla.

El VCI prevé que la producción de la industria químico-farmacéutica en su conjunto se estanque el año que viene, con un descenso del 1% para la industria química. Con la caída de los precios y el estancamiento de la producción, esto significa un descenso del volumen de negocios de alrededor del 2%, tanto en Alemania como en las exportaciones.

El sentimiento negativo también se ve confirmado por una encuesta representativa de las empresas miembros de VCI: el 20% de los encuestados tiene previsto trasladar su producción o cerrarla por completo. Una de cada diez empresas tiene previsto cerrar centros enteros. Más del 40% espera que las ventas nacionales vuelvan a caer. Casi una de cada dos empresas prevé un nuevo deterioro de los beneficios.

Las condiciones generales en Alemania son responsables de las pesimistas expectativas: costes de producción poco competitivos, un alto nivel de incertidumbre normativa y lentitud en los procedimientos de autorización. La industria también lucha contra la burocracia, los altos precios de la energía y el coste de las emisiones y las materias primas. El euro caro, el exceso de capacidad de China, las elevadas barreras aduaneras de Estados Unidos y la incertidumbre geoeconómica ejercen una presión adicional sobre las empresas.

Con la vista puesta en Berlín y Bruselas, Markus Steilemann exige: "Ya no podemos permitirnos la confrontación. Tenemos que afrontar verdades desagradables y mirar al futuro. La transformación de nuestra economía hacia un futuro competitivo y favorable exigirá mucho de nosotros. Será un camino difícil, pero debemos emprenderlo. Con las fuerzas combinadas de la política, la empresa y la sociedad".

Para que Alemania y Europa vuelvan a estar preparadas para el futuro, la VCI cree que deben aplicarse estos seis puntos

1. Asegurar los centros de producción en sectores estratégicamente importantes como el químico y el farmacéutico: Esto permitirá a Alemania crear independencia, resistencia y seguridad de suministro en Europa. Para ello se necesitan menos costes, menos trabas y decisiones más rápidas.

2. Potenciar la innovación: Si se quiere seguir siendo competitivo, tomarse en serio la protección del clima y aprovechar las oportunidades de la digitalización, hay que invertir en investigación y desarrollo. Actualmente no existe un marco político que impida cortar de raíz la innovación.

3. priorizar el gasto: Invertir en el futuro significa invertir en educación, investigación, infraestructuras, digitalización y tecnologías del futuro. Esta es la base de una política industrial moderna.

4. reformas valientes: Son necesarias para la política energética y climática, las administraciones públicas y los sistemas de seguridad social. De este modo se podrá recuperar la competitividad y lograr la transformación hacia la neutralidad climática.

5. Una estrategia global creíble: Alemania necesita prioridades claras y un plan a largo plazo. Nuestro país necesita una política industrial que cree unas condiciones marco fiables, fomente las nuevas tecnologías y modernice las infraestructuras.

6. repensar Europa: La comunidad europea puede situarse en pie de igualdad con Estados Unidos y China. Para ello es necesaria una política industrial y de defensa común, una unión del mercado de capitales y un mercado único completo.

Nota: Este artículo ha sido traducido utilizando un sistema informático sin intervención humana. LUMITOS ofrece estas traducciones automáticas para presentar una gama más amplia de noticias de actualidad. Como este artículo ha sido traducido con traducción automática, es posible que contenga errores de vocabulario, sintaxis o gramática. El artículo original en Alemán se puede encontrar aquí.

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