Control de las formas de los polímeros: una nueva generación de materiales adaptables a la forma

Los investigadores controlan la forma de los polímeros en anillo mediante la carga eléctrica

01.08.2025

¿Y si un material complejo pudiera cambiar de forma en respuesta a una simple señal química? Un equipo de físicos de la Universidad de Viena y la Universidad de Edimburgo ha demostrado que incluso pequeños cambios en el valor del pH y, por tanto, en la carga eléctrica, pueden modificar la disposición espacial de polímeros cerrados en forma de anillo (cadenas moleculares), alterando el equilibrio entre torsión y retorcimiento, dos modos distintos de deformación espacial. Sus hallazgos, publicados en Physical Review Letters, demuestran que la carga eléctrica puede utilizarse para remodelar polímeros de forma reversible y controlable, lo que abre nuevas posibilidades a los materiales programables y sensibles. Con estos materiales, la permeabilidad y propiedades mecánicas como la elasticidad, el límite elástico y la viscosidad podrían controlarse mejor y "programarse" con precisión.

C: Roman Staňo

Esquema de las conformaciones de las cintas superenrolladas en función de la carga eléctrica: neutra y rica en retorcimientos (arriba a la izquierda); totalmente cargada y rica en retorcimientos (arriba a la derecha); parcialmente cargada con dominios separados ricos en retorcimientos y en retorcimientos (centro).

Imagina que coges una cinta y la retuerces por la mitad antes de unir sus extremos: creas la famosa banda de Möbius, un bucle con una sola vuelta y una superficie continua. Si se añaden más torsiones antes de cerrar la cinta, la estructura se convierte en la llamada superenrollada. Estas formas son habituales en biología y ciencia de materiales, sobre todo en el ADN circular y los polímeros anulares sintéticos (producidos artificialmente). Aún no está claro si el equilibrio entre la torsión -la rotación local de la cinta alrededor de su eje- y el retorcimiento -el enrollamiento a gran escala de la cinta en el espacio- podría ajustarse de forma controlada y reversible. El equipo de investigadores se propuso investigar esta cuestión utilizando un sistema modelo de polímeros en forma de anillo, en el que la carga eléctrica -introducida a través de la ionización dependiente del pH- sirve como parámetro de ajuste externo.

Del retorcimiento a la torsión

Para explorar la capacidad de ajuste de este equilibrio topológico, los investigadores combinaron simulaciones por ordenador y teoría analítica para estudiar cómo afecta la carga a la conformación de los polímeros en anillo superenrollados. En su modelo, cada unidad monomérica actúa como un ácido débil, ganando o perdiendo carga en función del valor de pH (especifica la acidez o basicidad de las soluciones acuosas) de la solución circundante. Esta configuración permitió una acumulación gradual de carga y reveló cómo se remodela la molécula en respuesta.

Los resultados: Los polímeros neutros adoptan formas retorcidas y compactas. A medida que aumenta la carga, crece la repulsión electrostática, lo que conduce a la molécula hacia conformaciones más extendidas y cambia la distribución interna de retorcimiento a torsión. Estas transiciones son suaves a bajos niveles de superenrollamiento. Sin embargo, a niveles más altos, el modelo predice una característica sorprendente: el polímero puede dividirse en dominios coexistentes ricos en torsión y retorcimiento, una especie de separación de microfases topológicamente limitada. Esta forma oculta de coexistencia de fases no se había observado antes en este tipo de sistemas.

Para captar estos mecanismos, los investigadores desarrollaron una teoría de campo medio de tipo Landau. Este modelo matemático simplificado predice con exactitud cuándo un polímero experimentará un cambio conformacional continuo o brusco, en función de su grado de superenrollamiento y carga.

La topología como herramienta de diseño

La idea de ajustar no sólo la estructura molecular, sino la propia topología, abre nuevas vías para controlar los sistemas sensibles. "Ajustando la carga local, podemos modificar el equilibrio entre torsión y retorcimiento, lo que nos permite controlar la forma de toda la molécula", explica el primer autor, Roman Staňo, de la Facultad de Física de la Universidad de Viena (actualmente en la Universidad de Cambrigde). Como cada monómero puede ganar o perder carga, el polímero se remodela gradualmente, un comportamiento que se asemeja al de los polielectrolitos reales, como el ADN modificado químicamente. El equipo sugiere que los anillos sintéticos de ADN con cadenas laterales sensibles al pH -aún no realizados experimentalmente, pero ahora viables gracias a los recientes avances en la química de nucleótidos- podrían mostrar este tipo de comportamiento de cambio de forma controlable. Estas moléculas actuarían como andamios topológicamente limitados, ajustando su forma en respuesta a las condiciones químicas locales.

Formas sensibles, funciones programables

La forma de los polímeros no es sólo geometría, sino que rige el flujo, la función y la interacción. La capacidad de cambiar reversiblemente entre estados dominados por la torsión y el retorcimiento ofrece una poderosa estrategia para diseñar materiales adaptables. Los polímeros en anillo que responden a cambios sutiles del pH podrían utilizarse algún día en dispositivos microfluídicos, donde las condiciones locales desencadenan cambios controlados en la forma y el comportamiento de flujo. "Lo sorprendente", afirma el coautor Christos Likos, de la Facultad de Física de la Universidad de Viena, "es que la transición de formas compactas a extendidas se produce gradualmente, puede controlarse mediante el pH y no requiere ningún cambio en la topología de la molécula".

Este efecto, señala el equipo, podría lograrse experimentalmente en anillos sintéticos de ADN, una posibilidad posible gracias a los recientes avances en la química de los nucleótidos. Sus resultados también ofrecen una visión predictiva: muestran cómo la función puede codificarse no sólo en la composición química, sino también en el estado topológico, apuntando hacia una nueva generación de materiales adaptables a la forma.

Nota: Este artículo ha sido traducido utilizando un sistema informático sin intervención humana. LUMITOS ofrece estas traducciones automáticas para presentar una gama más amplia de noticias de actualidad. Como este artículo ha sido traducido con traducción automática, es posible que contenga errores de vocabulario, sintaxis o gramática. El artículo original en Inglés se puede encontrar aquí.

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