Contaminación química mundial: estado actual de la investigación
Los PFAS se acumulan cada vez más en el medio ambiente
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La rápida producción y distribución de sustancias químicas en el medio ambiente hace que la evaluación reglamentaria de riesgos ya no pueda seguir el ritmo de su número cada vez mayor. Esta es la conclusión a la que han llegado dos autores de la ETH de Zúrich y la RPTU de Kaiserslautern-Landau. En su estudio sobre la contaminación química mundial, ofrecen una visión general de grupos químicos especialmente problemáticos, como los PFAS y los pesticidas, y abogan por cambios integrales para abordar con mayor eficacia los riesgos asociados para el ser humano y el medio ambiente. El estudio se publicó en el número 50 de la revista Annual Review of Environment and Resources.
En la actualidad, las sustancias químicas se utilizan con fines muy diversos, como fármacos, pesticidas, productos intermedios en la producción industrial, sustancias químicas en productos de consumo y aditivos plásticos. Para su estudio, los científicos recopilaron conocimientos sobre todos estos grupos de sustancias e identificaron las principales áreas problemáticas desde el punto de vista de la salud humana y el medio ambiente. "Los pesticidas se caracterizan por una toxicidad muy elevada. Esto hace necesario realizar una evaluación exhaustiva de los ingredientes activos y las concentraciones que realmente permanecen en el medio ambiente. Ahora sabemos que, por ejemplo, muchos pesticidas se encuentran en las masas de agua en concentraciones que superan los niveles considerados seguros para los ecosistemas", explica el científico medioambiental Ralf Schulz, de Landau, uno de los dos autores del estudio.
Los PFAS se acumulan cada vez más en el medio ambiente
Las sustancias perfluoroalquiladas y polifluoroalquiladas (PFAS) suelen ser menos tóxicas. Sin embargo, lo problemático es su vida media extremadamente larga: algunas de estas sustancias no se degradan en el medio ambiente ni siquiera durante décadas. Como consecuencia, cada vez hay más PFAS y, con el tiempo, se acumulan hasta alcanzar concentraciones alarmantes. En realidad, la introducción de los PFAS en la década de 1950 tenía por objeto sustituir a otro grupo problemático de sustancias químicas. Hoy sabemos que los PFAS pueden causar diversos problemas de salud en los seres humanos. En muchos casos, su uso podría eliminarse por completo, o los efectos deseados de los PFAS podrían sustituirse por sustancias químicas alternativas menos problemáticas.
Retos complejos con implicaciones mundiales
"El mayor reto al que nos enfrentamos es el creciente número de sustancias químicas y la consiguiente dificultad para evaluar adecuadamente sus riesgos", afirma Ralf Schulz al describir la compleja situación. Por ello, los investigadores proponen una transición encaminada a reducir el número de sustancias químicas producidas y utilizadas con el fin de garantizar el control reglamentario de su posible impacto en los seres humanos y el medio ambiente. Las sustancias persistentes y tóxicas deberían restringirse por principio. Sin embargo, se harían excepciones para unas pocas aplicaciones, como los PFAS en determinados productos sanitarios, para los que actualmente no existe una alternativa adecuada. Además, las innovaciones necesarias en la industria química requieren un impulso político para crear las condiciones marco adecuadas. Por último, pero no por ello menos importante, es esencial centrarse en la contaminación química y evaluarla, de forma similar al cambio climático, a escala mundial y a través de organizaciones internacionales, ya que se trata de un fenómeno de cambio medioambiental global.
Nota: Este artículo ha sido traducido utilizando un sistema informático sin intervención humana. LUMITOS ofrece estas traducciones automáticas para presentar una gama más amplia de noticias de actualidad. Como este artículo ha sido traducido con traducción automática, es posible que contenga errores de vocabulario, sintaxis o gramática. El artículo original en Inglés se puede encontrar aquí.