La espuma del mar podría contener más "sustancias químicas para siempre" que el agua subterránea

26.09.2025
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La espuma del mar es un espectáculo habitual en la costa cuando las olas revuelven el aire y las algas. Ahora, un estudio publicado en la revista Environmental Science & Technology de la ACS informa de que la espuma marina de varias playas de la costa de Carolina del Norte contiene niveles más altos de sustancias perfluoroalquiladas y polifluoroalquiladas (PFAS) que el agua que hay debajo. Algunas muestras de espuma contenían más PFAS de lo permitido en el agua potable, lo que pone de relieve la necesidad de limpiar y reducir la contaminación ambiental por PFAS.

"Nuestra investigación demuestra que la espuma marina de la costa de Carolina del Norte puede concentrar PFAS a niveles miles de veces superiores a los del agua marina circundante", afirma Jeffrey R. Enders, autor correspondiente del estudio. "Vigilar estos entornos costeros es fundamental porque el contacto con la espuma contaminada podría plantear riesgos inesperados para las personas y los ecosistemas".

Dependiendo del día, las olas del mar pueden liberar grandes ráfagas de espuma marina o crear una espuma jabonosa flotante. Estudios anteriores han demostrado que el aerosol marino puede transportar PFAS al aire, si estas sustancias químicas para siempre están en el agua, exponiendo a las personas a contaminantes que pueden provocar efectos adversos para la salud. Pero la transferencia de sustancias químicas para siempre a la espuma de mar no se ha estudiado ampliamente. Por ello, un grupo comunitario de base (Clean Cape Fear) de Carolina del Norte recogió espuma de mar de las playas costeras y realizó pruebas preliminares. El trabajo inicial descubrió que algunas muestras de espuma contenían PFAS en concentraciones significativamente superiores a los límites actuales de partes por billón (ppt) de agua potable regulados por la Agencia de Protección del Medio Ambiente de EE.UU. (EPA). Este resultado llevó a Enders y sus colegas a ampliar la investigación a 13 lugares a lo largo de la desembocadura del río Cape Fear y la cercana costa atlántica.

Los investigadores recogieron muestras de agua y espuma de mar en cada lugar, las analizaron en busca de 49 PFAS comunes y detectaron 35 PFAS individuales en todas las muestras. Cada muestra de agua superó 1 ppt de PFAS totales, y algunas llegaron a ser casi mil veces superiores. Varias muestras de espuma tenían sustancias químicas individuales presentes para siempre a más de 1 millón de ppt, incluido el ácido perfluorooctano sulfónico (PFOS) -uno de los seis PFAS regulados explícitamente por la EPA- que estaba presente a 8 millones de ppt. Además, la mayoría de los PFAS estaban más concentrados en la espuma que en el agua, alcanzando niveles entre decenas y miles de veces superiores en muchos lugares. Los investigadores también identificaron nuevos PFAS en las muestras, que según ellos procedían probablemente de instalaciones de fabricación cercanas.

Estos resultados demuestran que las concentraciones de PFAS en la espuma de mar son más elevadas que en el agua de mar normal, lo que puede afectar a la exposición humana y animal. Los investigadores concluyen que este trabajo subraya la necesidad de reducir la contaminación regional por PFAS y ampliar la vigilancia costera de la contaminación.

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