El Alzheimer deja pistas en la sangre

05.06.2013 - España

Los investigadores del Alzheimer en España han dado un paso más cerca encontrando una prueba sanguínea que ayuda al diagnóstico de la enfermedad de Alzheimer. Con aproximadamente el 75% de los estimados 36 millones de pacientes de Alzheimer en todo el mundo pendientes aún de recibir un diagnóstico fiable, el posible impacto en las vidas de los posibles pacientes, actuales y futuros, podría ser enorme.

La enfermedad de Alzheimer es una enfermedad neurodegenerativa que más frecuentemente afecta a los mayores. El síntoma asociado más común es una pérdida progresiva de la memoria a la fase en la que el paciente es completamente dependiente de los cuidadores para sus necesidades diarias. Hay una gran cantidad de investigación que apoya la teoría de que un grupo de péptidos llamados amiloide beta (Abeta), que se encuentran de manera natural en el organismo, son los principales contribuyentes a la enfermedad de Alzheimer.

Mediante un proceso, hasta el momento no conocido por la ciencia, hay una compilación de estos péptidos en el cerebro que en un periodo de años causan problemas de memoria y otros síntomas asociados con la enfermedad. El profesor Manuel Sarasa, director científico y fundador de la compañía de investigación española Araclon Biotech, y su equipo han estado perfeccionando las pruebas sanguíneas "ABtest40" y "ABtest42" para medir cantidades muy pequeñas de estos péptidos en la sangre.

"El estudio ha demostrado que nuestras pruebas para Abeta en sangre encuentran un alto nivel de asociación entre los niveles de péptidos y la enfermedad al comparar a personas sanas y personas con deterioro cognitivo medio", ((MCI) las fases más iniciales de la pérdida de memoria). "Midiendo tres niveles diferentes en sangre, sin plasma, vinculados a los componentes de plasma y las células sanguíneas, para dos de los péptidos más importantes, Abeta40 y Abeta42, al comparar la relación de estos niveles con los métodos de diagnóstico establecidos, hemos podido mostrar consistentemente una relación entre los niveles Abeta y la enfermedad", dijo.

"Esto significa que estamos -me refiero a los investigadores del Alzheimer en general- mucho más cerca de tener un biomarcador fiable y mínimamente invasivo para la enfermedad del Alzheimer", dijo el profesor Sarasa. "La importancia de esto es que los estudios podrían reclutar antes y a un menor coste. Las terapias intervencionistas pueden probar en fases anteriores de la enfermedad y una vez que se encuentre la terapia efectiva, este tipo de prueba podría estar bien adaptada para la exploración de la población en el sector de la sanidad pública".

Los resultados de este trabajo se están publicando en el Journal of Alzheimer's Disease 36(3) en julio. El profesor Sarasa dijo que ya hay un importante estudio en marcha con 255 pacientes y su firma con sede en Zaragoza, una parte del grupo de compañías Grifols, busca confirmar estos resultados con otros grupos de pacientes similares en todo el mundo.

Más noticias del departamento investigación y desarrollo

Noticias más leídas

Más noticias de nuestros otros portales

Descubra los últimos avances en tecnología de pilas